Miquel Silvestre se despierta en la sencilla casa de una familia mongola que lo acogió cuando cruzó la frontera y le obsequian con un desayuno de mantequilla de yak y un concierto de música tradicional. Nuestro viajero les invita a queso manchego que ha traído desde España y sale de viaje para descubrir la mala calidad de las carreteras del país pero la gran belleza de sus paisajes puros y salvajes.
Miquel Silvestre se despierta en Olgy, primera ciudad mongola a poca distancia de la frontera rusa. Desde ahí sale de viaje en dirección Este, con destino Ulan Bator, a más de 1500 kilómetros. Esta parte del país, dominada por la nevada cordillera del Altai le sorprende tanto por su espectacular ...
Miquel Silvestre prosigue recorriendo la cordillera del Altai en Mongolia y debe superar numerosas dificultades debido a lo maltrecho de las carreteras mongolas.
Miquel Silvestre recorre un territorio desolado y solitario donde se suceden los tramos en mal estado y con la sola compañía de cabras, caballos y camellos. Al final del día, la Nada rodea al viajero que pernocta rodeado de estepa infinita.