Miquel Silvestre busca en las Lagunas de Nayla las ruinas de la fortaleza de los Reyes Católicos. Después toma la carretera construida por los ingenieros españoles para llegar a la capital del Sahara Occidental, Al Aaiun. Su siguiente destino será la ciudad de Dakhla, donde sufrirá un accidente.
Miquel Silvestre se recupera del accidente descansando en Villa Cisneros. Allí recorre los restos del legado español, la academia Unamuno, un fortín, un faro, una tapa de alcantarilla y la iglesia donde descubre una extraordinaria historia de defensa del legado español por los saharauis
Miquel Silvestre se recupera del accidente descansando en Villa Cisneros. Allí recorre los restos del legado español, la academia Unamuno, un fortín, un faro, una tapa de alcantarilla y la iglesia donde descubre una extraordinaria historia de defensa del legado español por los saharauis.
Miquel Silvestre se aproxima a la frontera con Mauritania. La frontera no resulta fácil de pasar y comienzan los problemas con el papeleo. Una vez dentro del país del desierto se dirige a Nuadibú, e intentará visitar la abandonada población española de la Güera antes del anochecer.